miércoles, 12 de octubre de 2011

Conmovedora y tópica al tiempo

Quienes solemos pasear por las librerías esperando que un libro, una portada, un título... nos llame la atención, debemos superar una primera barrera para escoger esta novela: el título. Un matrimonio feliz no ganaría un concurso de márketing en un mundo cínico como éste.
Un matrimonio feliz, escrita en inglés por Rafael Yglesias, escritor neoyorquino hijo de cubanos y nieto de españoles, se construye en dos planos temporales, narrando dos momentos vitales muy distintos de ese "matrimonio feliz".
En los capítulos impares asistimos a los inicios de una relación entre un escritor, joven prodigio de la literatura que abandonó el instituto para publicar su primera novela, y una joven de origen judío que es descrita por el narrador en la físico y en lo moral con la admiración y el arrebato del inicio de la pasión amorosa. En los capítulos pares asistimos a la vida de la pareja treinta años después, tras un matrimonio con algunas crisis, con momentos de felicidad y/o de aburrimiento domésticos, pero ahora enfrentada a un realidad devastadora: ella se enfrenta a la última etapa de un cáncer con el que lleva luchando mucho tiempo.
Mientras que la historia en el pasado, aquella que cuenta la fascinación del joven por cada uno de los gestos o palabras de la chica a la que pretende conquistar, me suena a historia conocida y apenas me interesa, la historia del hombre maduro que se enfrenta a la pérdida de su compañera, así como la decisión de ésta de controlar cómo va a acabar su vida, me ha conmovido y emocionado por momentos. Me suena a verdad casi siempre, y a ello debe colaborar el hecho de que sea una novela autobiográfica.
Cuando el narrador nos cuenta cómo su esposa exige a los médicos controlar su muerte, tener tiempo para despedirse consciente de quienes quiere, para luego morir sin sufrimientos excesivas, sin una muerte medicalizada sin sentido, he sentido una emoción verdadera. Quizá porque es un tema que siento que pertenece a la esencia del ser humano. Se me ha hecho un nudo en la garganta en algunos momentos cuando el narrador comparte con nosotros los pensamientos del compañero que quedará solo, del padre de unos hijos que pronto serán huérfanos de la presencia, del amor, de la inspiración de su madre. Y es que a menudo no se da voz a quien está más cerca del enfermo, de quien va a morir.

Una novela construida por dos tiempos en paralelo, que resumen una historia de amor, la historia de un matrimonio feliz.

Un matrimonio feliz
Rafael Yglesias

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Los niños son siempre inocentes?

He aquí una curiosa y envolvente novela. En realidad, en este volumen se publican tres novelas breves de la escritora húngara Agota Kristof, prácticamente toda su producción literaria. Tiene sentido la publicación de las tres piezas como una unidad, pues comparten personajes, atmósfera y un hilo temporal que permite leeelas como una sola.
En Claus y Lucas asistimos a la niñez y madurez de dos gemelos huérfanos que aprenden a vivir en los periodos más crudos de la Segunda Guerra Mundial, sobreviven a la ocupación nazi y al régimen comunista. Lo más interesante, sin embargo, es el tono y el estilo con el que se nos cuenta, especialmente en la primera parte, la niñez de Claus y Lucas. Leeremos los diarios de los niños, los capítulos son breves y su tono frío, descarnado. Asistimos a sucesos crueles, al proceso de aprendizaje de dos chavales que rozan la sociopatía.
En la segunda y en la tercera parte nos asomamos a la vida adulta y separada de ambos hermanos, o sólo de uno (ésta deberá resolverlo el lector), y en ellas se van desvelando algunas claves que nos permiten entender la historia completa.
Es una novela (especialmente la primera parte) que te seduce por el ritmo y por el tono. Una lectura muy interesante, especialmente porque no solemos acceder con facilidad a una literatura como la húngara.

Claus y Lucas
Agota Kristof

viernes, 23 de septiembre de 2011

Una novela social

Interesante novela social de George Orwell. La novela se sitúa en los años 30 en Inglaterra. Una joven hija de un clérigo se dedica a cuidar a su padre, atendiéndole como una criada -ése parece ser su destino-, mientras hace equilibrios para mantener la economía doméstica. A partir de una elipsis que no se explica, aunque se dan algunos datos que pueden justificarla, la protagonista cambia de vida radicalmente, y será esa nueva vida la que le permitirá a Orwell dar a conocer algunas de las injusticias de la sociedad que observa.
Así conoceremos cómo vivían los centenares de recogedores de lúpulo, temporeros que se desplazan en muchos casos desde Londres para trabajar jornadas inacabables por un sueldo que apenas les permite mantenerse mientras realizan el trabajo, cómo son engañados por quienes les contratan, pagando menos por la cantidad de lúpulo que recogen a medida que avanza el trabajo. Si se niegan a seguir o se muestran en desacuerdo con el precio, pierden todo aquello que habían ganado hasta entonces.
Conoceremos cómo viven quienes no tienen techo en Londres, amontonándose literalmente en los bancos de las plazas públicas para darse calor.
Uno de los capítulos más interesantes es cuando la protagonista pasa a trabajar como profesora en un colegio privado de señoritas. La consigna: los padres deben estar contentos, deben creer que sus hijas aprenden aquello que se considera importante, básicamente, caligrafía. Así pues, fracasan todos sus intentos de enseñar algo a aquellas niñas, de hacer algo distinto. Lo importante es que aparenten saber: constantes copiados para mejorar la caligrafía y aprenderse de memoria las capitales del mundo sin ubicarlas en un mapa. Orwell critica a fondo el sistema educativa británico donde muy pocos colegios son inspeccionados para conocer la calidad de su enseñanza. La mayoría son simplemente un negocio.

Una novela social escrita por Orwell. Muy curiosa.

La hija del clérigo
George Orwell

viernes, 16 de septiembre de 2011

Una esposa de fiar

Quizá lo que más se recuerda y permanece de Una esposa de fiar es la atmósfera que consigue Goolrick. Una atmósfera intemporal, al margen del mundo, como de hecho viven los protagonistas. La historia se lee con interés, con la sensación de ser una historia que ya hemos visto antes. Recuerdo algunas películas clásicas que comienzan con la premisa de una joven que responde a un anuncio de matrimonio de una hombre aislado, torturado.
La contraportada nos habla de un inesperado final. No, la historia no es nueva y el final no es inesperado, pero se narra con ritmo y se lee con placer.

Una novela que entretiene y atrapa.


Una esposa de fiar
Robert Goolrick

John Cheever

Nos hallamos en uno de los muchos barrios americanos que se llenan de familias de clase media acomodada, que organiza barbacoas para sus vecinos y amigos los fines de semana, de perfectos anfitriones, de parejas perfectas con hijos perfectos... El sueño americano.
Pero siendo Cheever quien nos cuenta la historia, no puede quedarse en lo superficial: parejas que apenas se sostienen, anfitriones perfectos que viven planeando el asesinato de algún vecino, hijos vencidos por la falta de perspectivas, de incentivos, de vida real,...
Un retrato de una sociedad que aparenta ser el símbolo del triunfo y de la salud, y que resulta estar enferma, y ser esencialmente infeliz.
Cheever, como siempre, cuestionando el sueño americano, que es, de momento, el sueño de gran parte de la humanidad: una casita con jardín, dos hijos y una vida social perfectamente superficial.

Bullet Park
John Cheever

martes, 13 de septiembre de 2011

El comienzo de la primavera

Estupenda novela de Patricio Pron. El comienzo de la primavera se plantea como una investigación en varios planos. En primer lugar, el personaje principal, un joven argentino licenciado en Filosofía, pretende encontrar a un viejo filósofo alemán porque quiere emprender la traducción del alemán al castellano de una de las primeras obras del maestro; para ello quiere localizarle y hablar con él. En seguida vemos que esto no es tan fácil como trasladarse a la universidad en la que da clase, sino que va a suponer toda una investigación que le lleva de un amigo a un colaborador y hasta a la hija okupa del profesor.
Paralelamente, en cada uno de los capítulos asistimos a fragmentos de una historia que transcurrió en la Alemania de los años 30 y 40 contada por diversas voces y que, como iremos averiguando, explica por qué el profesor es alguien tan escurridizo o, por lo menos, por qué vive prácticamente aislado.
A medida que el libro se despliega y la historia de la esposa y del suegro del profesor se va contando la narración crece y por momentos he pensado que estaba ante una gran novela, pero he de reconocer que hacia el final parece haber perdido aliento y el final no parece estar a la altura del resto de la narración.
En cualquier caso, una excelente novela, con un pequeño homenaje a Cortázar, de un jovencísimo novelista. No hay que perderle la pista

El comienzo de la primavera
Patricio Pron

miércoles, 31 de agosto de 2011

Otro McEwan

En la reseña de Sábado, de Mc Ewan comentaba que estaba deseando leer su última novela, Solar. Y aquí está. Como siempre en McEwan tiene elementos muy interesantes, especialmente la exploración sobre la relatividad moral o la débil línea moral en la que se mueve su personaje principal, nada menos que un Premio Nobel de Química.
El autor nos presenta un personaje aparentemente admirado en su ámbito laboral: director de un instituto de investigación con fondos públicos, a cuyo gerente van a nombrar "sir", pero que nos muestra sus debilidades personales: sus inseguridades profesionales, sus fracasos sentimentales (su quinta mujer descubre sus continuos devaneos y, a su vez, decide tener varios amantes). Nos muestra, por tanto, un personaje que zozobra en la vida, que parece naufragar, que parece triunfar de nuevo en una empresa ecológica que pretende extraer energía del Sol (de ahí el título).
Lo más interesante, desde mi punto de vista, es asistir a cada una de las decisiones que toma el personaje (algunas de ellas ciertamente cuestionables desde el punto de vista moral). Mc Ewan consigue que conozcamos los mecanimos que hacen que el personaje las tome y quizá en algún momento incluso pensemos que son razonables. Pero no, no lo son. ¿En qué estábamos pensando?. Estábamos pensando como un personaje del estupendo Ian Mc Ewan.
Irregular, pero como siempre interesante.

Solar
Ian McEwan

viernes, 12 de agosto de 2011

Una interesante novela australiana

Las dos últimas novelas australianas que he leído han sido dos grandes, y gratas, sorpresas. La bofetada comienza cuando en una reunión social en la que las relaciones que unen a los invitados son familiares, de amistad y de trabajo, uno de los invitados abofetea a uno de los niños que participan en la fiesta y que, además, no es su hijo. Esta anécdota que pone en marcha el engranaje de relaciones que se irán tejiendo a lo largo de la novela es narrada en el primer capítulo desde el punto de vista de uno de los personajes, el anfitrión de la fiesta. A partir de ahí en cada capítulo asistimos al punto de vista de uno de los asistentes a la fiesta, así se nos irá contando cómo avanza la historia, e iremos descubriendo cómo viven cada uno de ellos, cómo se relacionan con los otros, qué es lo que los otros no saben, o sólo sospechan de ellos, y, por supuesto, qué postura tienen ante lo que sucedió en la barbacoa.
Es una novela literariamente muy valiosa, pero, además, es muy interesante porque a través de las relaciones que nos cuenta nos hacemos una idea de la complejidad de la sociedad autraliana, una sociedad multicultural (negros aborígenes, "australianos" (de origen británico), morenos de origen griego,...) y de cómo esa complejidad no es admitida de manera natural o profunda, sino sólo en apariencia. Sólo un pero a esta novela: todos los personajes son extraordinariamente atractivos, bellos, de una belleza singular, que, según se nos cuenta, causa admiración. ¿Es posible reunir a un grupo en el que todos están tan brillantemente dotados en lo físico?. Se ve que en Australia sí.
Una novela muy interesante.

La bofetada
Christos Tsiolkas

lunes, 8 de agosto de 2011

Verano y amor

Verano y amor retrata la vida de un pequeño pueblo irlandés. La vida en una granja, las labores que en ella se desarrollan están contadas con un ritmo pausado, sereno, con gran precisión. Con la misma precisión y luminosidad se nos retrata la vida de una pequeña ciudad, conocemos personajes con grandes secretos en su pasado, personajes enamorados en silencio, personajes que han perdido la cordura y siguen anclados en una vida anterior.
En este contexto, la historia de Ellie y Florian, su relación, especialmente la pasión de Ellie que constituye el núcleo de la novela, casi aparece diluida.
Quizá lo más interesante es el tono sereno, en algún caso lírico, con el que Trevor nos traslada a ese ambiente rural irlandés, pero quizá por ello la historia central pierde intensidad.
Recuerdo con agrado la lectura de otra de las novelas de William Trevor, La historia de Lucy Gault, que también se publicó en Anagrama.

Verano y amor
William Trevor

miércoles, 3 de agosto de 2011

Un placer, como siempre

Disfrutar de la lectura depende de los gustos, y ésta es una de mis debilidades. He leído con placer esta novela, la primera que dio un cierto renombre a su autora, aunque reconozco que sólo quienes admiren y disfruten de la lectura de Jane Austen o Henry James (como es mi caso) la leerán con el mismo sentimiento.
La historia podría ser la de una de la protagonistas de Jane Austen: una joven huérfana, acogida por una tía no demasiado generosa, que frecuenta los ambientes sociales con la esperanza de encontrar un marido que pueda permitirle el nivel de vida al que está acostumbrada. Pero el análisis de los personajes, de los ambientes, de las relaciones superficiales y de las más profundas nos recuerda al maestro Henry James.
La señorita Lily Bart, la protagonista, es poseedora de una gran belleza, eso le ha abierto algunos caminos, pero su propia naturaleza, su pobreza, y la hipocresía y la mezquindad de la alta sociedad neoyorquina la van a ir empujando hacia situaciones que no va a saber o poder manejar.
Un pequeño placer.

La casa de la alegría
Edith Wharton

viernes, 29 de julio de 2011

Un gran Coetzee

Verano es la tercera parte de la autobiografía del escritor sudafricano, y Premio Nobel, Coetzee.
Verano es un libro originalísimo. En primer lugar, porque no se presenta como una autobiografía clásica, sino que se platea como un conjunto de entrevistas que un joven estudioso de la obra de Coetzee (que se supone que ya ha muerto) hace a personajes que tuvieron alguna relación con él (familiares, amantes, amigos). Este planteamiento convierte esta autobiografía en una novela, o la novela es autobiografía, o nos encontramos ante el concepto de "faction" (fact + fiction) que ha dado tan buenos resultados en la literatura contemporánea.
Y, además, también es original, porque si pensábamos que era inevitable que en una autobiografía cualquiera el autor, por modesto que sea, tiende a dar la mejor imagen de sí mismo, o, por lo menos, una buena imagen de sí mismo, Coetzee, al contrario, hace coincidir a casi todos los personajes que hablan de él en una serie de elementos que más bien dan un imagen pobre del escritor.
Uno de los elementos que más me han interesado es la reflexión que hace el autor, a través de quienes hablan de él, de su condición de afrikáner, de su reconocimiento cultural de pertenencia a un grupo, pero no a la posterior creación política que hace ese grupo. Es interesante la reflexión de que sus antecesores trabajaron y lucharon por una tierra que su generación no puede y no quiere considerar suya. Un dilema interesante.

Una gran novela, muy interesante.

Verano
J.M. Coetzee

domingo, 24 de julio de 2011

Gran sorpresa

Sofi Oksanen es una joven escritora finlandesa, hija de madre estonia, que escribió Purga como una obra de teatro, pero parece que inmediatamente pensó en que era una historia que podía ser una novela. Y una buena novela, que, además, recibió el Premio a la Mejor Novela Europea del año pasado.

Purga cuenta la historia de dos mujeres. Una anciana estonia que vive sola aislada de sus vecinos en un entorno rural, y una joven rusa que aparece una mañana frente a su puerta. La historia que cuenta Purga es una historia llena de brutalidad, de violencia, de crimen y, sin embargo, el tempo de la narración con continuos viajes al pasado, hace que sigamos la historia con serenidad.
La historia de Aliide True es la historia de la Segunda Guerra Mundial, de la ocupación soviética, de las deportaciones a Siberia, de la obsesión por descubrir a los traidores, de las delaciones interesadas o forzadas, de la tortura y del silencio. Aliide es un personaje complejo, que ha sido víctima de crímenes atroces y que ha cambiado después de eso resguardándose en el silencio y en la creación de una vida falsa, pero también es capaz de atrocidades que comete forzada o no por las circunstancias que presencia el lector.
La atmósfera asfixiante en la que vive la protagonista, que vive el miedo como parte esencial casi de sí misma, es una crítica durísima al régimen estalinista. La atmósfera asfixiante que vive la joven que se presenta ante su casa, víctima de una organización de trata de blancas, es una crítica durísima al régimen que premia el dinero sin escrúpulos que vino después.

Una novela dura, muy interesante.

Purga
Sofi Oksanen

lunes, 18 de julio de 2011

Un entretenimiento estival

Sarah Waters es una narradora que conoce los secretos para mantener atrapado al lector, así lo avalan sus múltiples seguidores y sus éxitos de ventas. Sin duda, con su Falsa identidad consiguió atrapar a muchísimos lectores con un argumento lleno de sorpresas. Es un título que recomiendo como lectura estival sin complicaciones, pero absorbente.
El ocupante continúa con algunas de las características que le han dado tan buenos resultados a Waters. Una familia de hacendados con problemas económicos intenta mantener la impresionante mansión de la familia. Un humilde médico del pueblo, cuya madre trabajó muchos años antes en esa misma casa cuando gozaba de todo su esplendor, entra en contacto, de forma casual, con la familia, y , a partir de ahí, establecerá una relación profesional, de amistad y casi de protección con todos sus miembros.
El ocupante es una novela entretenida en la que no tiene menor importancia un componente misterioso que parece afectar a todos los habitantes de la mansión. Paralelamente, asistimos al desmoronamiento de una época y de una manera de entender la vida, aunque, a pesar de eso, continúe muy presente el sistema de clases que parece haber sobrevivido hasta hoy (o hasta hace poco) en el Reino Unido.

Entretenida.

El ocupante
Sarah Waters

viernes, 15 de julio de 2011

La cena

La cena es una novela que invita a la reflexión. Su autor es un actor holandés que vivió varios años en Barcelona. Allí vivía cuando saltó a los medios una noticia que todos recordamos: dos adolescentes de clase acomodada habían quemado vivo a un indigente que dormía en un cajero de una oficina bancaria como una gamberrada más.
Yo aún tengo presentes las imágenes que grabó la cámara de seguridad del banco y que aparecieron en todos los espacios de noticias.
A partir de esta anécdota, Koch recrea una cena de dos parejas (ellos son hermanos) que deben pensar qué hacer una vez que han descubierto (sólo ellos) que los jóvenes grabados por un cámara de teléfono móvil mientras asesinaban a un mendigo son sus hijos. El dilema es que los jóvenes no pueden ser identificados en las imágenes sino por quien les conoce muy bien y es capaz de captar algunos detalles que les delatan. ¿Qué hacer como padres?. ¿dónde acaba la obligación de proteger a los hijos?, ¿es fácil admitir que se ha fracasado?, ¿son los hijos al fin y al cabo las víctimas?
Es curioso descubrir quiénes optan por una solución o por otra, es duro observar cómo la violencia está más cerca de la superficie de lo que creemos a pesar de nuestro barniz civilizado.

La cena
Herman Koch

lunes, 4 de julio de 2011

Excelente periodismo

Retratos y encuentros es un excelente libro que recoge algunos reportajes periodísticos de Gay Talese, periodista estadounidense de gran prestigio, a quien se asocia con el nacimiento del llamado nuevo periodismo.
Gay Talese es capaz de hacer un gran reportaje sobre personajes populares como Frank Sinatra en sus mejores momentos (eso sí, Talese recoge fielmente también sus inseguridades y el mundo de admiradores que le rodea) o un viaje de Cassius Clay (ya Ali) a Cuba (resulta divertidísmo el contraste entre el silencio del campeón frente a la palabrería del Comandante); pero tambiém brilla a una altura memorable cuando habla de otros personajes anónimos como el redactor de notas necrológicas del New York Times.
Y es que Gay Talese es capaz de ver y contar aquello que otros ojos no apreciarían, y así, por ejemplo, nos permite conocer un Nueva York de clubs abarrotados y otro sólo habitados por gatos.

Para los interesados en el periodismo, imprescindible; para el resto, también.

Retratos y encuentros
Gay Talese

viernes, 24 de junio de 2011

Decepcionante

Cuando leí la anterior novela de Martin Suter, El diablo de Milán, me pareció entretenida e incluso original especialmente por las características de su protagonista, una mujer que sufría de episodios de sinestesia. Además, la novela transcurría en un balneario, y yo la leí mientras disfrutaba de las instalaciones de otro. Así que todos los elementos me llevaron a recordar la lectura con agrado.
Y así me acerqué a El último Weynfeldt. Sutter vuelve a apostar por dibujar un personaje curioso, un hombre de mediana edad, muy rico, refinado, solitario, elegante al estilo más clásico, centro de dos grupos de amigos (unos muy mayores, amigos de sus padres, para quien es "el joven", y otros jóvenes, en general con poca fortuna profesional, para quien actúa como mecenas). En mi opinión este personaje, el último Weynfeldt, no llega a dibujarse bien, de tal manera que no entendemos exactamente qué le lleva a tener una relaciones superficiales y cargadas de envidia por un parte y de sentimiento de culpa por otra. Y tampoco entendemos su historia de enamoramiento loco y repentino.
La contraportada promete una historia sobre los aspectos más bochornosos del mundo del arte, y, sin embargo, esa trama, que existe, es secundaria, y está supeditada a la relación amorosa o semi amorosa del protagonista.
La lectura es fácil, pero la trama no me ha interesado.
Una decepción

El último Weynfeldt
Martin Suter

lunes, 16 de mayo de 2011

La novela negra de Marías

Vaya por delante que soy una gran admiradora de la obra de Javier Marías, y que esperaba su última novela con mucha ilusión. La compré en cuanto se puso a la venta, y empecé a leerla en cuanto tuve la seguridad de tener tiempo por delante para disfrutarla.
Todo esto podría ser la introducción para un comentario negativo hacia la novela, pero al contrario. Es cierto que cuando la terminé pensé que Marías había alcanzado alturas mayores en su producción literaria, siempre en mi opinión, pero lo importante es que Los enamoramientos es una gran novela sobre algunos de los temas recurrentes en la obra de Javier Marías: la traición, la delación, lo posible, lo aparente.
Gran parte de la novela lo forman dos conversaciones, una (en el mejor estilo Marías) que pudo haberse producido de esa manera y que recrea la narradora, y otra, que se mantiene ciertamente, entre la narradora y su "enamorado" a raíz de una sospecha y que se lee a través de varios capítulos con gran dosis de suspense, como si de una novela negra se tratara, puesto que es de un crimen y de su presunto organizador de quien se habla. Es en este punto, en el hábil ritmo de la narración, primero suponiendo y , después, contando aquello que pasó, donde la novela lleva en volandas al lector.
Se ha comentado mucho el hecho de que por primera vez el narrador de una novela de Marías fuera una mujer. No creo que la voz femenina sea determinante; en Luisa observamos algunos puntos en común con otros narradores de obras de Marías, esa tendencia a la reflexión, a la digresión, a imaginar situaciones y diálogos posibles, a proponer distintas posibilidades de análisis, y, por supuesto, el mismo respeto hacia el resto de los personajes de la obra que les impiden intervenir en otras vidas para su propia satisfacción, o por venganza.

Como siempre en Marías, muy recomendable.

Los enamoramientos
Javier Marías

miércoles, 4 de mayo de 2011

Demasiada felicidad

Uno de los pocos libros de relatos que aparecen en este recordatorio de lecturas. Demasiada felicidad y Alice Munro se merecen ser una excepción. Estupendos relatos, muchos de ellos protagonizados por mujeres, en los que aparecen temas como la soledad, la crueldad, la victimización (en el relato de una mujer maltratada que no logra deshacer el vínculo que le une a su esposo), los silencios en las relaciones de parejas,...
Son relatos sobre la vida, sobre la felicidad o sobre la falta de ella.
Muy recomendable.


Demasiada felicidad
Alice Munro

viernes, 22 de abril de 2011

El conflicto de lo cotidiano

Amy e Isabelle parece una novela que se ha escrito para dar argumentos a quien afirma que en todos nosotros hay una novela. Su planteamiento no parece nada especial: una madre y una hija adolescente en un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra. La madre trabaja como secretaria en una pequeña fábrica, y está secretamente enamorada de su jefe, un hombre casado y sin mucho atractivo; la hija está acabando la escuela secundaria.
Y, sin embargo, evidentemente, hay una novela. El enamoramiento o pasión que la hija siente hacia su profesor de Matemáticas, y la actitud con la que vive ese sentimiento, hará que su madre recuerde algunos elementos de su pasado que vive con vergüenza y que la han convertido en quien no es, a fuerza de fingir.
Así, ambos personajes explorarán la relación que creían que tenían la una con la otra, y establecerán relaciones más verdaderas con su entorno, con el resto de personajes que están estupendamente retratados por Elizabeth Strout, premio Pulitzer por su anterior novela, Oliver Kitteridge.

Amy e Isabelle
Elizabeth Strout

Gran Piglia

Gran novela del argentino Ricardo Piglia. He de confesar que no me gustaron especialmente las anteriores novelas suyas que leí, pero las extraordinarias críticas y premios que ha recibido Blanco nocturno me decidieron a leerla, y acerté.
Nadie debe temer adentrarse en el mundo de Blanco nocturno. La narración nos lleva fácilmente adelante y atrás para presentarnos primero un cadáver, el de Tony Durán, un personaje extraño en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, para luego conocer a ese mismo Durán causando admiración y curiosidad a su llegada, y su relación con dos bellas hermanas pertenecientes a una importante y complicada familia del pueblo.
El argumento se asienta sobre la investigación del asesinato de Durán, y eso llevará a los lectores a un viaje por las relaciones profundas y muchas veces no confesables entre los personajes del pueblo, los intereses económicos, las traiciones, las pasiones,...
Una gran novela, que se lee con interés.

Blanco nocturno
Ricardo Piglia

miércoles, 16 de marzo de 2011

La última de Paul Auster

He disfrutado mucho de la lectura de muchas de las novelas de Auster. Esta última novela no es de las mejores del autor, pero comparte alguna de las mejores características de Brooklyn Follies o Trilogía de Nueva York.
En Sunset Park Auster muestra una vez más su gran capacidad narrativa: una vez más se lee como si la escritura surgiera fluida, sin aparente dificultad. Ignoro qué parte de esta sensación corresponde al esfuerzo del traductor.
Sunset Park reflexiona sobre la relación padres-hijos, sobre la fragilidad de lo seguro, sobre el desarraigo y la necesidad de curar las heridas. El protagonista, un joven enigmático que trabaja en una empresa de mudanzas y fotografía los restos de las vidas de aquellos que han tenido que abandonar sus hogares, decide volver a Nueva York y reanudar el contacto con sus padres.
A mí me ha interesado especialmente esta historia del padre editor, un hombre culto, que vive con sufrimiento el alejamiento de su hijo, que se esfuerza por respetar su decisión, que vive con dolor el recuerdo de una conversación que pudo suponer la ruptura con su hijo. Es interesante ver cómo una conversación entre tantas, una charla en el desayuno de la que se participa sin pensar demasiado, un silencio para evitar una discusión,... puede llevar a desintegrar una vida que pensábamos marcada.
Una reflexión sobre las heridas, las vendas y el amor entre padres e hijos.

Sunset Park
Paul Auster

martes, 15 de marzo de 2011

Una curiosidad

Novela publicada en 1932, escrita por una periodista británica nacida en 1902. Parece que en el momento de su publicación fue un éxito inmediato de público, aunque fue censurada en la católica Irlanda.
La hija de Robert Poste comienza como otras muchas novelas con protagonismo femenino, una muchacha huérfana sin apenas fortuna, que debe vivir a costa de la buena voluntad de sus familiares, hasta que consiga casarse. Pero no hay que esperar una versión moderna de Austen (a quien por cierto la autora recuerda en la cita con la que comienza el libro y que aclara el tono en el que debemos leerlo; es un cita de Mansfield Park que dice así "Que otras plumas se ocupen de la culpa y las desgracias").
Flora Poste (la protagonista) es una mujer moderna, acostumbrada a moverse en distintos círculos sociales, admirada, con fuerza, nada que ver con las tímidas protagonistas de otras novelas. Acude a casa de los parientes que se avienen a acogerla, y el choque con el mundo rural, primitivo, oscuro que allí encuentra no es tratado con dramatismo, sino más bien con un cierto tono humorístico, incluso en los nombres elegidos para los rústicos primos de la protagonista.
La presencia de Flora en la granja que quizá debiera ser suya, supone un cambio radical para todos sus habitantes, porque Flora aportará una nueva visión del mundo, alejada del fatalismo que impregna la de Cold Comfort Farm.
Para quienes pueden leerla en el inglés original debe ser un aliciente más observar cómo Gibbons intenta reproducir el habla rural de Sussex, así como apreciar en todo su sentido algunos juegos de palabras humorísticos que el traductor debe explicar a pie de página.
Curiosa. Tengo pendiente de lectura la segunda parte, o, por lo menos, la novela que Gibbons escribió a continuación con Flora Poste como protagonista.

La hija de Robert Poste
Stella Gibbons

¿Un sábado cualquiera?

Un sábado cualquiera nos despertamos más tarde, nos despedimos de nuestra pareja, jugamos con un amigo a squash, podemos tenemos un pequeño accidente automovilístico, compramos algo especial para preparar una comida familiar, acogeremos en casa a nuestro suegro, escritor de éxito, daremos la bienvenida a nuestra hija estudiante brillante en París, asistiremos al ensayo del grupo musical de nuestro hijo,.... Un sábado cualquiera en la vida de un cirujano londinense.
Es el mismo sábado en el que en Londres se vive una manifestación masiva contra la invasión de Irak que abandera George Bush y que secunda el Primer Ministro británico, Tony Blair.
Es el mismo sábado en el que la vida plácida de un sábado cualquiera se interrumpe con la violencia de lo nunca pensamos que pueda pasarnos.
Una novela sobre dilemas morales: el dilema moral que supone acabar con un tirano de una manera ilegal, o el dilema moral de permitir sobrevivir a quien ha atacado a tu familia, de quien ha irrumpido en tu sábado.
Una novela interesante de Ian McEwan. Estoy deseando leer su última obra, Solar.

Sábado

Ian Mc Ewan

sábado, 8 de enero de 2011

Londres como protagonista

Tormentas cotidianas es una novela sobre Londres, pero un Londres muy distinto al que conocemos como turistas. El río es el elemento que une territorios y personajes, territorios conocidos como Chelsea y absolutamente al margen de los itinerarios turísticos como el complejo de edificios llamados Shaft donde sobreviven prostitutas, camellos, iluminados y personajes de pocos recursos.
La novela comienza, efectivamente, con una tormenta cotidiana. Un personaje normal, como los lectores, como el autor, reconoce William Boyd, se ve inmerso en una conspiración que una empresa farmacéutica ha puesto en marcha para salvar unos beneficios con los que ya contaba pero que ve peligrar por los resultados de unos pruebas clínicas. Nuestro protagonista, como tantos otros en el cine y en la literatura, estará en el momento equivocado en el lugar equivocado, y ahí empezará su tormenta cotidiana. La de cambiar de identidad, la de encontrar un lugar a salvo donde vivir (sobrevivir), la de mantener una cierta dignidad en condiciones extremas. Como dice el autor, Adam, el protagonista de Tormentas cotidianas, se adapta mucho mejor que él, que cualquiera de nosotros, a esa situación.
Es una novela con una cierta intriga que recorre personajes de toda la escala social, con el humor característico de Boyd, y con la omnipresencia de la ciudad, la verdadera protagonista. No necesito excusas para querer regresar a Londres, pero esta novela podría ser una.

Tormentas cotidianas
William Boyd