miércoles, 12 de octubre de 2011

Conmovedora y tópica al tiempo

Quienes solemos pasear por las librerías esperando que un libro, una portada, un título... nos llame la atención, debemos superar una primera barrera para escoger esta novela: el título. Un matrimonio feliz no ganaría un concurso de márketing en un mundo cínico como éste.
Un matrimonio feliz, escrita en inglés por Rafael Yglesias, escritor neoyorquino hijo de cubanos y nieto de españoles, se construye en dos planos temporales, narrando dos momentos vitales muy distintos de ese "matrimonio feliz".
En los capítulos impares asistimos a los inicios de una relación entre un escritor, joven prodigio de la literatura que abandonó el instituto para publicar su primera novela, y una joven de origen judío que es descrita por el narrador en la físico y en lo moral con la admiración y el arrebato del inicio de la pasión amorosa. En los capítulos pares asistimos a la vida de la pareja treinta años después, tras un matrimonio con algunas crisis, con momentos de felicidad y/o de aburrimiento domésticos, pero ahora enfrentada a un realidad devastadora: ella se enfrenta a la última etapa de un cáncer con el que lleva luchando mucho tiempo.
Mientras que la historia en el pasado, aquella que cuenta la fascinación del joven por cada uno de los gestos o palabras de la chica a la que pretende conquistar, me suena a historia conocida y apenas me interesa, la historia del hombre maduro que se enfrenta a la pérdida de su compañera, así como la decisión de ésta de controlar cómo va a acabar su vida, me ha conmovido y emocionado por momentos. Me suena a verdad casi siempre, y a ello debe colaborar el hecho de que sea una novela autobiográfica.
Cuando el narrador nos cuenta cómo su esposa exige a los médicos controlar su muerte, tener tiempo para despedirse consciente de quienes quiere, para luego morir sin sufrimientos excesivas, sin una muerte medicalizada sin sentido, he sentido una emoción verdadera. Quizá porque es un tema que siento que pertenece a la esencia del ser humano. Se me ha hecho un nudo en la garganta en algunos momentos cuando el narrador comparte con nosotros los pensamientos del compañero que quedará solo, del padre de unos hijos que pronto serán huérfanos de la presencia, del amor, de la inspiración de su madre. Y es que a menudo no se da voz a quien está más cerca del enfermo, de quien va a morir.

Una novela construida por dos tiempos en paralelo, que resumen una historia de amor, la historia de un matrimonio feliz.

Un matrimonio feliz
Rafael Yglesias

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Los niños son siempre inocentes?

He aquí una curiosa y envolvente novela. En realidad, en este volumen se publican tres novelas breves de la escritora húngara Agota Kristof, prácticamente toda su producción literaria. Tiene sentido la publicación de las tres piezas como una unidad, pues comparten personajes, atmósfera y un hilo temporal que permite leeelas como una sola.
En Claus y Lucas asistimos a la niñez y madurez de dos gemelos huérfanos que aprenden a vivir en los periodos más crudos de la Segunda Guerra Mundial, sobreviven a la ocupación nazi y al régimen comunista. Lo más interesante, sin embargo, es el tono y el estilo con el que se nos cuenta, especialmente en la primera parte, la niñez de Claus y Lucas. Leeremos los diarios de los niños, los capítulos son breves y su tono frío, descarnado. Asistimos a sucesos crueles, al proceso de aprendizaje de dos chavales que rozan la sociopatía.
En la segunda y en la tercera parte nos asomamos a la vida adulta y separada de ambos hermanos, o sólo de uno (ésta deberá resolverlo el lector), y en ellas se van desvelando algunas claves que nos permiten entender la historia completa.
Es una novela (especialmente la primera parte) que te seduce por el ritmo y por el tono. Una lectura muy interesante, especialmente porque no solemos acceder con facilidad a una literatura como la húngara.

Claus y Lucas
Agota Kristof