martes, 15 de marzo de 2011

Una curiosidad

Novela publicada en 1932, escrita por una periodista británica nacida en 1902. Parece que en el momento de su publicación fue un éxito inmediato de público, aunque fue censurada en la católica Irlanda.
La hija de Robert Poste comienza como otras muchas novelas con protagonismo femenino, una muchacha huérfana sin apenas fortuna, que debe vivir a costa de la buena voluntad de sus familiares, hasta que consiga casarse. Pero no hay que esperar una versión moderna de Austen (a quien por cierto la autora recuerda en la cita con la que comienza el libro y que aclara el tono en el que debemos leerlo; es un cita de Mansfield Park que dice así "Que otras plumas se ocupen de la culpa y las desgracias").
Flora Poste (la protagonista) es una mujer moderna, acostumbrada a moverse en distintos círculos sociales, admirada, con fuerza, nada que ver con las tímidas protagonistas de otras novelas. Acude a casa de los parientes que se avienen a acogerla, y el choque con el mundo rural, primitivo, oscuro que allí encuentra no es tratado con dramatismo, sino más bien con un cierto tono humorístico, incluso en los nombres elegidos para los rústicos primos de la protagonista.
La presencia de Flora en la granja que quizá debiera ser suya, supone un cambio radical para todos sus habitantes, porque Flora aportará una nueva visión del mundo, alejada del fatalismo que impregna la de Cold Comfort Farm.
Para quienes pueden leerla en el inglés original debe ser un aliciente más observar cómo Gibbons intenta reproducir el habla rural de Sussex, así como apreciar en todo su sentido algunos juegos de palabras humorísticos que el traductor debe explicar a pie de página.
Curiosa. Tengo pendiente de lectura la segunda parte, o, por lo menos, la novela que Gibbons escribió a continuación con Flora Poste como protagonista.

La hija de Robert Poste
Stella Gibbons

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