viernes, 22 de abril de 2011

El conflicto de lo cotidiano

Amy e Isabelle parece una novela que se ha escrito para dar argumentos a quien afirma que en todos nosotros hay una novela. Su planteamiento no parece nada especial: una madre y una hija adolescente en un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra. La madre trabaja como secretaria en una pequeña fábrica, y está secretamente enamorada de su jefe, un hombre casado y sin mucho atractivo; la hija está acabando la escuela secundaria.
Y, sin embargo, evidentemente, hay una novela. El enamoramiento o pasión que la hija siente hacia su profesor de Matemáticas, y la actitud con la que vive ese sentimiento, hará que su madre recuerde algunos elementos de su pasado que vive con vergüenza y que la han convertido en quien no es, a fuerza de fingir.
Así, ambos personajes explorarán la relación que creían que tenían la una con la otra, y establecerán relaciones más verdaderas con su entorno, con el resto de personajes que están estupendamente retratados por Elizabeth Strout, premio Pulitzer por su anterior novela, Oliver Kitteridge.

Amy e Isabelle
Elizabeth Strout

Gran Piglia

Gran novela del argentino Ricardo Piglia. He de confesar que no me gustaron especialmente las anteriores novelas suyas que leí, pero las extraordinarias críticas y premios que ha recibido Blanco nocturno me decidieron a leerla, y acerté.
Nadie debe temer adentrarse en el mundo de Blanco nocturno. La narración nos lleva fácilmente adelante y atrás para presentarnos primero un cadáver, el de Tony Durán, un personaje extraño en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires, para luego conocer a ese mismo Durán causando admiración y curiosidad a su llegada, y su relación con dos bellas hermanas pertenecientes a una importante y complicada familia del pueblo.
El argumento se asienta sobre la investigación del asesinato de Durán, y eso llevará a los lectores a un viaje por las relaciones profundas y muchas veces no confesables entre los personajes del pueblo, los intereses económicos, las traiciones, las pasiones,...
Una gran novela, que se lee con interés.

Blanco nocturno
Ricardo Piglia