miércoles, 16 de marzo de 2011

La última de Paul Auster

He disfrutado mucho de la lectura de muchas de las novelas de Auster. Esta última novela no es de las mejores del autor, pero comparte alguna de las mejores características de Brooklyn Follies o Trilogía de Nueva York.
En Sunset Park Auster muestra una vez más su gran capacidad narrativa: una vez más se lee como si la escritura surgiera fluida, sin aparente dificultad. Ignoro qué parte de esta sensación corresponde al esfuerzo del traductor.
Sunset Park reflexiona sobre la relación padres-hijos, sobre la fragilidad de lo seguro, sobre el desarraigo y la necesidad de curar las heridas. El protagonista, un joven enigmático que trabaja en una empresa de mudanzas y fotografía los restos de las vidas de aquellos que han tenido que abandonar sus hogares, decide volver a Nueva York y reanudar el contacto con sus padres.
A mí me ha interesado especialmente esta historia del padre editor, un hombre culto, que vive con sufrimiento el alejamiento de su hijo, que se esfuerza por respetar su decisión, que vive con dolor el recuerdo de una conversación que pudo suponer la ruptura con su hijo. Es interesante ver cómo una conversación entre tantas, una charla en el desayuno de la que se participa sin pensar demasiado, un silencio para evitar una discusión,... puede llevar a desintegrar una vida que pensábamos marcada.
Una reflexión sobre las heridas, las vendas y el amor entre padres e hijos.

Sunset Park
Paul Auster

martes, 15 de marzo de 2011

Una curiosidad

Novela publicada en 1932, escrita por una periodista británica nacida en 1902. Parece que en el momento de su publicación fue un éxito inmediato de público, aunque fue censurada en la católica Irlanda.
La hija de Robert Poste comienza como otras muchas novelas con protagonismo femenino, una muchacha huérfana sin apenas fortuna, que debe vivir a costa de la buena voluntad de sus familiares, hasta que consiga casarse. Pero no hay que esperar una versión moderna de Austen (a quien por cierto la autora recuerda en la cita con la que comienza el libro y que aclara el tono en el que debemos leerlo; es un cita de Mansfield Park que dice así "Que otras plumas se ocupen de la culpa y las desgracias").
Flora Poste (la protagonista) es una mujer moderna, acostumbrada a moverse en distintos círculos sociales, admirada, con fuerza, nada que ver con las tímidas protagonistas de otras novelas. Acude a casa de los parientes que se avienen a acogerla, y el choque con el mundo rural, primitivo, oscuro que allí encuentra no es tratado con dramatismo, sino más bien con un cierto tono humorístico, incluso en los nombres elegidos para los rústicos primos de la protagonista.
La presencia de Flora en la granja que quizá debiera ser suya, supone un cambio radical para todos sus habitantes, porque Flora aportará una nueva visión del mundo, alejada del fatalismo que impregna la de Cold Comfort Farm.
Para quienes pueden leerla en el inglés original debe ser un aliciente más observar cómo Gibbons intenta reproducir el habla rural de Sussex, así como apreciar en todo su sentido algunos juegos de palabras humorísticos que el traductor debe explicar a pie de página.
Curiosa. Tengo pendiente de lectura la segunda parte, o, por lo menos, la novela que Gibbons escribió a continuación con Flora Poste como protagonista.

La hija de Robert Poste
Stella Gibbons

¿Un sábado cualquiera?

Un sábado cualquiera nos despertamos más tarde, nos despedimos de nuestra pareja, jugamos con un amigo a squash, podemos tenemos un pequeño accidente automovilístico, compramos algo especial para preparar una comida familiar, acogeremos en casa a nuestro suegro, escritor de éxito, daremos la bienvenida a nuestra hija estudiante brillante en París, asistiremos al ensayo del grupo musical de nuestro hijo,.... Un sábado cualquiera en la vida de un cirujano londinense.
Es el mismo sábado en el que en Londres se vive una manifestación masiva contra la invasión de Irak que abandera George Bush y que secunda el Primer Ministro británico, Tony Blair.
Es el mismo sábado en el que la vida plácida de un sábado cualquiera se interrumpe con la violencia de lo nunca pensamos que pueda pasarnos.
Una novela sobre dilemas morales: el dilema moral que supone acabar con un tirano de una manera ilegal, o el dilema moral de permitir sobrevivir a quien ha atacado a tu familia, de quien ha irrumpido en tu sábado.
Una novela interesante de Ian McEwan. Estoy deseando leer su última obra, Solar.

Sábado

Ian Mc Ewan