
Paralelamente, en cada uno de los capítulos asistimos a fragmentos de una historia que transcurrió en la Alemania de los años 30 y 40 contada por diversas voces y que, como iremos averiguando, explica por qué el profesor es alguien tan escurridizo o, por lo menos, por qué vive prácticamente aislado.
A medida que el libro se despliega y la historia de la esposa y del suegro del profesor se va contando la narración crece y por momentos he pensado que estaba ante una gran novela, pero he de reconocer que hacia el final parece haber perdido aliento y el final no parece estar a la altura del resto de la narración.
En cualquier caso, una excelente novela, con un pequeño homenaje a Cortázar, de un jovencísimo novelista. No hay que perderle la pista
El comienzo de la primavera
Patricio Pron
No hay comentarios:
Publicar un comentario